Nací hace 30 años en el lugar más bonito de Euskadi, y desde pequeña mis padres me inculcaron la pasión por la gastronomía. Me considero foodie porque la comida está siempre presente en mi vida, ¡y disfruto mucho con ello!. Todas las personas de mi alrededor me ayudan a que cada día me enamore más del mundo gastro. En mi familia somos muchos y muy ruidosos, pero lo que más nos gusta es juntarnos en una comida y pelearnos por el último trozo de la tarta de manzana. Con mis amigas he aprendido que se puede ir a la sociedad gastronómica, gastarte poca pasta y comer de categoría mientras no paramos de reírnos y creamos memorias juntas. Y sobre todo mi marido es quien me lleva de la mano a conocer nuevos lugares donde seguimos construyendo nuestra historia y nos enamoramos de nuevos platos.
Me encanta bañarme en la playa, viajar por todo el mundo y soñar con los ojos abiertos. Tengo alma de estadounidense, los gorros de piscina me parecen lo peor, y ¡100 botes de berberechos! es la expresión que uso para decir que algo es una exageración.
Decidí comenzar con esta aventura, cuando me di cuenta de a pesar de lo que me encanta ir de tiendas a comprar ropa, ¡me lo paso mejor en un supermercado!. Me encanta oír gritar a las caseras en la plaza del mercado, el olor de una tarta horneándose en una tarde de invierno, la sensación de frío en la cabeza al tomar el primer granizado de la temporada en el malecón de mi pueblo, y el pringue que se te queda en las manos cuando haces croquetas.
Me encantaría que me acompañaras en este viaje y que disfrutes junto a mi de este universo.